Hábitos diarios que marcan la diferencia

• Seca tu pelo con mimo: no lo frotes, enróllalo en una toalla de microfibra o camiseta de algodón.
• No cepilles en seco si tienes el pelo rizado u ondulado. Mejor con los dedos o peine de púas anchas cuando esté húmedo.
• Usa siempre protector térmico antes del secador o la plancha.
• Controla la humedad ambiental con productos anti-frizz o recogiendo tu melena si lo necesitas.

Los productos que sí ayudan y los que debes evitar

• Elige champús sin sulfatos agresivos.
• Usa mascarillas nutritivas una vez por semana.
• Aplica sérums o aceites ligeros en medios y puntas.
• Evita productos con alcohol que resecan.
• Revisa que no haya siliconas no solubles, ya que se acumulan y asfixian el cabello.

Tratamientos profesionales que funcionan de verdad

• Tratamiento de keratina para reducir el frizz durante semanas, sin dañar tu melena.
• Tratamientos personalizados con ingredientes naturales.
• Ritual de sellado y brillo: hidrata y deja el pelo suave, sin apelmazar.

¿No sabes por dónde empezar? Te lo ponemos fácil

• Reserva un diagnóstico personalizado para que veamos qué necesita tu cabello.
• No hace falta comprar mil productos: un par bien elegidos puede marcar la diferencia.
• Empieza por lo básico: un champú suave, protector térmico y una buena mascarilla nutritiva.

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